Ejemplo práctico de desesperación

Las clases de psicología de la personalidad son un rollazo. Además, el problema ya no es que no consigamos oír al profesor -como pensábamos que ocurría al principio de los tiempos-. El problema real está en que... ¡En que NO vo-ca-li-za! Si es que ni siquiera desde la primera fila logramos descifrar lo que nos cuenta :-( 

Natalie Imbruglia - Torn

Miscelánea de cosas: de tó y de ná.

Uf,uf,uf… Nuevamente diré: ¡Qué de tiempo! Si es que durante épocas de ocio me convierto en un desastre de bloggera; ni escribo, ni leo, ni ná de ná. Pero bueno, también es cierto que siempre acabo regresando cual Ave Fénix. Vayamos Voy asumiéndolo…  

El caso es que por fin me apetecía ponerme a escribir/compartir/desahogarme sobre varías cosas totalmente deshilachadas y ahí van: 

Primera cosa,

He estado unos diíllas en Bélgica, más concretamente he tenido la tremenda suertaza de conocer Bruselas, Brujas y Gante. Y nada, tres de tres geniales y encantadoras ciudades, aunque no sé si me gustó más Brujas que Gante, o más Gante que Brujas... No lo tengo claro. Abreviando que es gerundio el tema, decir que me llevo una maravillosa vivencia del país del chocolate. Que por cierto , acabó saliéndome por las orejas. ¿Mal hecho? Probablemente Sí, pero es que en muchas tiendas te lo ofrecían totalmente FREE! para que lo catases, y claro, ¿qué clase de goloso consagrado tiene la voluntad suficiente para decirle no a un rico chocolate Belga?

Ciudades de cuento de hadas… Este golpe no colgaré fotos del viaje, que me encuentro muy perra.

Segunda cosa,

¿Otra vez la derecha el PP en España? NO-POR-FA-VOR. En fin, seguro que el mes que viene nos vamos tropezando todos con cómodos y honorables puestos de trabajo según vayamos caminando por la calle, -y a esto chicos, se le llama ironía-. No puedo añadir mucho más sobre el tema, sólo “gritar”: ¡Sálvese quien pueda!

Tercera cosa,

Según estaba escribiendo esta entrada ha venido uno de mis compañeros de piso tentándome con churros recién comprados… "Padre, he pecado".

Cuarta cosa,

La industria del sexo me tiene cabreada, ahora y desde siempre. Porque para mi gusto está muy/demasiado enfocada a las exigencias del disfrute de chicos heterosexuales o chicas lesbianas/bisexuales… Pasa que sin comerlo ni beberlo de forma gratuita acabo viendo tantas tetas y cuerpos desnudos de tías que acabo saturada -joder, ¡que bastantes tetas tengo ya con las mías, creedme!-.Y cuando esto te parece algo totalmente insulso –las tetas y las pavas, digo-,  a no ser que quieras comparar tu cuerpo con el de ellas y de forma indirecta llegar a acabar hasta deprimida, pues acabas algo quemada. :-D Veeeeenga, ¿dónde están los Jean Deans del sexo?  Ahora el/la que quiera que me tilde de salidorra, pero es que queridos amiguitos, me gusta el sexo tanto como a cualquiera persona normal de 21 años. Esoesloquehay.

Quinta cosa,

He de hacer un trabajo, puaj, puaj, puaj... Qué pereza, y más sabiendo que el Super Mario Karts espera metidito en la wii.

Gente tóxica Cáp. 1: ¿Y tú qué miras?

Hace un momentín estaba hablando con una vecinita que tendrá unos 15 años. La chavalita me estaba contando que una malotadeVallecas de su misma edad no para de insultar vía Twitter. ¿El motivo? Que según ella mi vecinita ha "cambiado mucho" por juntarse con otra gente -supongo que le molestará que la criatura no esté siguiendo sus pasos de choni chonera cascabelera jo jo, como ella misma se autodenomina- y que el otro día mientras bailaban en una fiesta la miro mal. Es decir, que a la choni chonera cascabelera le han entrado unas tremendas ganas de guerrear porque pensó que la miraron mal en una fiesta ¡¡Mamá, ez una fiezzzzzta!!... Suena a guasa, pero no contenta, coge la troncaza y amenaza con darla pal pelo si la ve por la calle U_U

No me digáis que no es para coger a esa niñata e inflarla a hostias y encerrarla en su casa. Yo no sé de qué plato habrá comido la mala bestia, pero jopé a esas cosas es que no hay derecho... Algun@ pensará que son cosas de la edad, pero qué va. Este mismo año me subí yo al bus que me lleva a la universidad; al subir de las primeras me senté al lado de las ventanas y empanada -fruto del sueño- empecé a mirar a la gente que hacía cola por seguir entrando. Vuelvo a repetir que me quedé mirando, pero no fue de forma consciente. Fue de esas veces en las que relajas la vista y aunque tus ojos estén captando imagen a penas llegas a procesar lo que tienes delante de ti porque básicamente te importa un comino en ese momento... Pues eso,  que yo estaba así felizmente con mi vista perdida en vete tú a saber qué punto remoto cuando de golpe escucho: ¡¡¡¿Y TÚ QUÉ COÑO MIRAS?!!!  ¿Sería otra chochi chonera cascabelera chunga chunguera Vallequera? Como es lógico, focalicé a  mil doscientos para toparme con una chica que por su cara parecía no haber ido al baño desde hace dos meses por lo menos. Qué carácter :-S ¡Pero si yo no la estaba "mirando! En fin... Tampoco me dio tiempo a decir nada, la verdad es que me pilló totalmente desprevenida. Y ahora que lo pienso, tampoco hubiera ganado nada, porque viendo cómo se puso la tía, cualquiera se pondría a explicarle que lo único que podría estar analizando yo en ese momento eran las partículas de polvo entre ella y yo...

En primer lugar no podemos prohibirle a nadie que nos mire, ya sea bien o mal o incluso lascivamente jajaja, y en segundo lugar, ¿se puede saber qué se gana yendo así por la vida? Eh ahí la cuestión. A mí es que no me sale del alma soltar un ¿¿Y tú qué miras?? A pesar de lo muy mal que me miren y por muy de morros que me haya levantado ese día. Ya no sé si será cuestión de educación o de un déficit cerebral, aún no lo tengo claro.



Postdata: No me gusta cuando me alargo tanto, se hace un coñazo, ¿eh? Te lo digo a ti, que supongo que habrás llegado hasta aquí esperando algo bueno...