Con el tiempo he descubierto que en general no me gusta nada la gente callada. Me dan mal rollo, eso de tener a personas tipo planta/bonsai cerca de mí, (a los que para que hablen lo mínimo, parece que hay que estar apuntándoles a punta de pistola...), de verdad que acaba inquietándome... Porque veréis, me considero una persona bastante habladora, y cuando tengo a una de esas personas cerca todo el rato es que me acaban cortando el buen rollo. Y como a muchos mortales, me gusta charlar cuando el resto interactúa conmigo. Pero eso de que ahí, en un segundo plano, se encuentre un ser callado, misterioso y hasta rancio y enigmático escuchando, es que no... Que no me, no me, ná de ná, vaya.
Y extremadamente tímidos a parte, a veces me pregunto si simplemente están maquinando continuamente, o si sencillamente suelen ser seres tan sencillos o simplones como una ameba. Aunque claro, como se suele decir "de tó habrá". Pero ya sabéis como va eso de la experiencia... Y eso las personas que hablamos por los codos lo sabemos bien. Puede acabar habiendo más infiltrado ruso de lo que nos pensamos, así que cuidadín, cuidadín.
En fin, que a nosotros medio se nos ve venir, pero a los callados... ¿Qué? Nain, de nain.