9.09.2012
A la luz de las velas
Una de las ventajas de vivir aquí es no tener que endulzar tu imagen. Pero, ¿habremos terminado por conformarnos con una existencia sin azúcar?
Tomamos crema light en lugar de helados, aceptamos emails en lugar de canciones de amor y bromas en vez de poemas. Por eso cuando nos encontramos con el romanticismo no podemos digerirlo.
¿Pero seremos capaces de reconciliarnos con él? ¿O surimos de intolerancia al romance?
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