5.06.2009

Tercera Parte

Subimos al piso, abrí, y una vez pasamos dentro, cerré la puerta asegurándome hasta 3 veces de que la llave estaba bien echada. Mientras tanto, él se paseó hasta el salón que comunicaba con la cocina, tambaleándose torpemente de un lado a otro. Seguía algo borracho, pero no lo suficiente.

–¿Una copa de coñac? –le invité.

–Sí, claro, ¡pero date prisa, encanto! – balbuceó mientras se sentaba en el sofá despatarrado.

Fui a la cocina que quedaba justo detrás. Cogí una copa, la botella y a la par que llenaba la cubitera de hielo, me dediqué a buscar en algunos cajones el instrumento adecuado para la idea que me había incitado a toda esta parafernalia. Pero nada me convencía. Empecé a desesperarme, todo estaba a rebosar de cubiertos finos y sofisticados, tenían pinta de valer un pastón. Sabía que iba a necesitar algo más grande. Seguí buscando hasta que, por fin, en uno de ellos encontré el adecuado, un cuchillo. No era muy grande, aunque sí lo suficiente. Además, estaba tan afilado que al pasar mi dedo suavemente por el filo me hice un pequeño corte.


–¡DATE PRISA! –gritó.

–¡Ya, ya voy! –respondí. Metí el cuchillo en mis medias y me dirigí al sofá por la parte en la que el tipo descansaba su espalda.


Continuará.

2 comentarios:

Emil "El Castañas" dijo...

Se que al final del todo la muller sacara el cuchillo y partira un bizkiocho que tenia preparado estrategicamente en el salon, con fuerzas renovadas y gracias al bizkiocho, se le pasara un poco la melopea al borracho (Que borracho malamente se puede "actuar") y lo harán hasta el amanecer.

Días despues la protagonista sabrá que quedó embarazada y se casará de penalti, odiando los bizkiochos y todo lo que ellos representan.

¡Que te he calado!

Anónimo dijo...

juas....interesante toy deseoso de leer la cuarta parte xD x cierto seguramente lo que trame cn el cuchillo no sea matar simplemente es para rajar los cojines dnd guarda la escopeta y el dinero ^^