Anteayer un tío que llevaba una bonita camiseta de ACDC me llamó poppy por el mero hecho de que me escuchó decir que me gustaba El columpio asesino. Y a veces, sólo a veces, siento crecer a ritmo exponencial un instinto que me dice "mátalos y que dios los seleccione". Que no me gustan las etiquetas rápidas, joder. Sé que es la tendencia natural, inevitable nuestra, pero al menos yo cuando siento el relampagazo del adjetivo revelador de turno (ej: "gilipollas-al-canto"), por defecto, no lo manifiesto, sino que lo archivo en los recovecos de mi cerebrín y me callo a la espera de que se demuestre lo contrario... Mera cuestión de educación, supongo.
5 comentarios:
Yes
El mundo se divide en dos grupos: los educados y los maleducados. Te ha tocado lidiar con el segundo grupo. Lo que más odio: las etiquetas y ofender sin conocer (de nuevo, muchos pecamos de eso, pero yo al menos me intento morder la lengua)
Tienes toda la razón:
Yo también pienso rápido la clase de imbécil que tengo delante y no por eso se lo suelto a la primera jajaja.
Un poco de auto control, que luego es fácil meter la pata y difícil rectificar.
No entiendo, te llamó amapola en inglés? Jajajajaja.
Con lo divertido que es ser un gilipollas integral y ver las caras que pone la gente.
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