Relación

Hace poco me preguntaron si no me aburría de tener novio, pues llevo emparejada  desde que me crecieron las tetas hace muuucho muuucho tiempo. Y la respuesta es sencilla: Yo aún no me he aburrido de ser feliz, y es algo que consigo en un porcentaje bastante alto cada día (...). Decidme, ¿qué persona en su sano juicio estaría dispuesta a abandonar algo así?. Síp, estoy contenta, mi relación es sana y me siento a gusto. Sencillamente no tengo la necesidad de nada más. Y por si me siguiera preguntando: 'Sí, tengo a ese alguien con el que puedo compartir buena parte de mí siendo yo misma, desde el lado más entrañable al extremo más visceral' (...) ¿Podría algo así tener precio?.

Puede que el hecho de que nunca creyera en las típicas patrañas de medias naranjas o príncipes azules haya dado como resultado una visión natural de lo que es -e implica- una relación. A mi juicio, antes de embarcarnos en una, todos deberíamos de tener bastante claro lo siguiente: las relaciones naturales entre personas nunca son ni serán perfectas, porque el hecho es que los conflictos surgen. Sin embargo, cuando dos se unen en la persecución de una meta en común con la suficiente ilusión, energía y ganas, las problemáticas que surjan irán siendo combatidas con eximio pronóstico -o así es como debiera ser-. Toda relación ha de ser trabajada, y como intuirás, la comunicación, la sinceridad, la confianza y el afecto son algunas las herramientas esenciales.

Nunca he presumido de relación, me parece algo absurdo. Pero por si alguien me pregunta... Quizá haya tenido un poco de suerte, pero lo demás nos lo hemos ido currando nosotros. Creo que nos merecemos ser felices.