Haruki Murakami

No es un secreto: me encanta este escritor nipón. La verdad es que prácticamente me he leído todas sus obras a excepción de 'De qué hablo cuando hablo de correr' (al cual le tengo inmensas ganas), 'Después del terremoto' y 'La caza del carnero salvaje'. Actualmente ando con 'El fin del mundo y un despiadado país de las maravillas'.

He disfrutado de todas ellas, especialmente de 'El pájaro que le da cuerda al mundo', '1Q84', 'Tokio Blues', 'Al sur de la frontera, al oeste del sol', 'Baila, baila, baila' y 'Los años de peregrinación del chico sin color' (su novela más reciente).

Como apuntó Patti Smith para el New York Times, se podría decir que el novelista tiene 'dos modos': el lado intra-dimensional surrealista y el lado realista más minimalista. Estos dos Murakamis a veces coexisten dentro de una misma obra, lo fantástico o lo sobrenatural en ocasiones invade lo real, o al revés. 

Y a mí...¡A mí me ha enganchado mucho!

Novedad: A comienzos de octubre la editorial Tusquets publicará 'Underground' (2014)

Sinopsis

'Pese a las intenciones de quienes lo perpetraron, el ataque con gas sarín que se produjo en el metro de Tokio en marzo de 1995 sólo se cobró once vidas. Sin embargo, miles de personas resultaron heridas y muchas otras sufrieron sus consecuencias y secuelas. El novelista Haruki Murakami entrevista a las víctimas, a los que vivieron y sufrieron en propia piel el atentado, para establecer con precisión qué ocurrió ese día en las distintas líneas de metro afectadas. También para desentrañar la verdadera historia que se ocultaba bajo un acto terrorista que convirtió una anodina mañana de lunes en una tragedia nacional. Pero, sobre todo, para contestar a una pregunta primordial: ¿por qué? ¿Por qué la violencia terrorista, o cualquier violencia? ¿Y por qué en ese momento y lugar concretos? Como contrapunto, Murakami nos ofrece los testimonios de los miembros de la secta que participaron en aquel ataque y sus posibles motivos.'

Interesante, interesante ^ ^ Yo sinceramente no creo que vaya a poder resistirme habiéndome convertido en toda una 'taliflan'.

¡Habrá que esperar!