Mañana partiré de nuevo rumbo a la ciudad visigoda. He de aprovechar bien mi instancia, sé que cuando vuelva a Madrid la echaré de menos. Añoraré los paseos nocturnos por sus calles estrechas y sinuosas, su gran coraza romana que emerge firme desde el suelo para protegerla y abrazarla, sus puentes de Alcántara y San Juan de los Reyes refrescados hasta la saciedad por las aguas del Tajo, su encanto, su misterio y la magia que la envuelve, hasta sus cuestas...bueno, eso último no es nada creíble. Por ello estoy condenada al continuo vaivén, a los clásicos movimientos pendulares de los fines de semana, qué le vamos a hacer.
Lo dicho, "ahí te dejo Madriz, a tu boca de anís" ;-) Nos vemos pronto.
Y nuestro hombre de Paco sigue vivo. ¡TOMA!
3 comentarios:
Volver, escucha el tango. Bonita descripción de tu bellísima ciudad.
Un saludo
Profundamente patético, un blog que hace palabras todo lo que el mundo piensa sobre lo realmente patético que nos rodea.
http://profundamentepatetico.blogspot.com/
PD: unas fotos preciosas
De Madrid al cielo. ¿Ha donde ivas?
''Fuí condenado a navegar entre dos mares,dos, entre dos ciudades,dos,entre dos historias, dos lugares''
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