Empecé a pensar en la sinceridad. Quizá estaba sobrevalorada. Quizá decir la verdad era el acto egoísta por excelencia, una manera de absolverte de tus pecados hiriendo a alguien que no se lo merece. Cuando estaba en cuarto curso dos amigas y yo copiamos de un examen. Ellas confesaron, las castigaron y suspendieron la asignatura. Yo nunca se lo dije a nadie y nunca pasó nada.
2 comentarios:
Nunca se sabe lo que va a pasar! besos
Estoy sin conexion en mi new casita, volveré cnd pueda a visitarte!!!
Kisses!!!
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