3.31.2009

El por qué de mi preferencia al tradicional telefonazo

Como voy a dar por hecho que todo lector sabe lo que es una red social (tuenti, fotolog, facebook, lastfm...) comentaré algo que me repatea y que tristemente pasa muy a menudo. Las malinterpretaciones. Sí, amiguetes, cualquier persona que haga un uso mínimo de la red sabrá probablemente de lo que estoy hablando. Cuando 'chateamos' en la mayoría de los casos no conocemos ni la expresión de la cara ni el tono de voz que utilizaría nuestro interlocutor. Y además, si añadimos al típico bromista, al típico irónico, al típico soso, al típico metijón, al típico retorcido, al típico celoso... que solemos tener danzando alegremente por nuestra lista personal de contactos, tendremos casi todos los condimentos necesarios listos para apañar la ensalá.

Así que ya puesta voy a aprovechar para hacer algunas aclaraciones (a ver si logro evitar más disgustos):


Yo soy: una chica, Irise es nick de chica, y efectivamente, he dicho que es un nick, no un nombre.

Yo no: me pongo a ligar con nadie (esta es absurda del todo, pero hay quien no se entera).

Yo suelo: ser irónica, bromista (así que supongo que procuraré no serlo en exceso).

Yo nunca: me cabreo en serio si sigo apareciendo en tu lista de contactos.

Yo detesto: que den mil vueltas a las palabras para decir algo tan simple como: ¿te vienes a 'x' sitio hoy?

Yo casi siempre: estoy de buen humor.


¡En fin! Que prefiero hablar por teléfono, no sé ni escribir mensajes. Ya si se me ocurre algo más, lo pondré otro día ;)

Aquí dejo un vídeo bien traído al cuento:




3.23.2009

las Wayfer vuelven





¿Quién dijo que volverían? Pues sí, ahí están y yo me he enamorado de ellas. Creo que el miércoles apareceré con un toque retro desenfadado... me voy a pegar el caprichazo.



El modelo Wayfarer fue creado en 1952 por Raymond Stegeman, un diseñador que registró docenas de patentes para Bausch & Lomb, empresa antecesora de Ray-Ban. Estas monerías marcaron la transición entre las gafas clásicas de montura metálica y las modernas monturas de plástico (así que son gafas mod-ernitas).




Al parecer, el diseño, supuso una novedad comercial, encajando en la característica revolución estética de los 60's. Al igual que las Ray-Ban Aviator, las Wayfarer fueron concebidas originalmente como gafas de sol para pilotos. A pesar de haber sido dirigidas a un público eminentemente masculino, comenzaron a crecer en popularidad entre las actrices de Hollywood.



(a Edward le sientan especialmente bien jajaja)

3.14.2009

Mandones (y es que los hay que no se enteran)

¡Tú, ahí!
¡Ve a por agua!

¡Dime por qué!
¡Haz esto! ¡Lo otro!


¡Bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla!

¿Pero esto qué es? No, no, no, no, a ver...en vuestra casa puede que seáis los reyes del mambo, pero aquí -donde todos estamos a la misma altura- no. Eso de dar órdenes se nos puede llegar a dar muy bien a todos si nos ponemos, pero lo que no podemos tolerar es que un mequetrefe venga con exigencias y menos con chulerías, porque básicamente, cualquier día te puedes encontrar con una contestación que te deje en el sitio.


Luego está la cabezonería del ¿y por qué no? pues mira, porque no. Normalmente, todos tenemos la capacidad de explicarnos y 'NO' se sobreentiende -o debería, claro- como que no se encuentran motivos para andar con justificaciones, bien porque la persona en cuestión te le come en ese momento, bien porque no apetece contar lo que sea y c'est fini. No tiene más vuelta de hoja. No es muy difícil de entender ¡¿a que no?!


¡jsilhclkjpjnojnlnmj! He dicho.

3.03.2009

El ansia es mu'maaaala

Una de las cosas que más detesto de la gente es lo angustiosa que puede llegar a ser. Por ejemplo, si reparten algo GRATIS -esta palabra hace enloquecer a las masas- y hay para todos, ¿qué cuesta guardar la calma? A ver, que hay para TODOS, ¿no ha quedado claro ya? Pero no, rige el 'to'pa'mí, to'pa'mí y si doble, dos veces bueno', ¡aaaaaaaaaaah! 'maricón el último' . Se resume en empujar, gritar, chillar, tirar e incluso quemar si es necesario. Todo da igual porque ¡yo quiero ese flamante boli azul que están regalando!

¡Eh, tranquilo! ¡no te emociones!

Hablando esta mañana con un colega me acordé de una anécdota. Recuerdo que nos invitaron a una de esas fiestas en las que se supone que vas a comer, a beber, a bañarte en la piscina y quizá hasta conseguir algún rollo esporádico. Y digo se supone, porque no todos los pronósticos se cumplieron. ¿Por qué? Pues porque a la hora de ir a coger la comida 4 ó 5 salambríos corrieron a la parrilla -como si no hubieran olido la carne hecha en su vida- para poder servirse los primeros. Al final no sólo se sirvieron los primeros, sino que repitieron y tripitieron sin dejar que algunos probaran bocado, quedándose sin cenar. Me pareció alucinante; y creo que a cualquier persona medio normal -que ya no digo normal- también se lo hubiera parecido.


Y estas son todas las personas que han aparecido al leer el cartel de arriba.


Puede parecer una chorrada a priori, pero con el tiempo te das cuenta de que eso sintetiza el mecanismo del mundo, de nuestro mundo. El egoísmo del yo. YO, YO, YO Y YO. Así estamos.