4.26.2009

The Rolling Stones - Angie

A partir de ahora los domingos se convertirán en el día de culto musical de la semana. Y hoy toca disfrutar de "Angie", mítica canción de los Rolling que apareció en el albúm Goat's Head Soup lanzado hacia 31 de octubre de 1973 ni más ni menos.


Angie, Angie...


4.22.2009

Lo subrea-LISTA

A ver, repasemos la lista de la compra:

- Una bolsa de ensalada rápida (escarola, canónigos y lombarda). ¡IMPRESCINDIBLE! Declaro a la escarola como mi verdura favorita oficial, aquí y ahora.

- Una bombilla de bajo consumo, casquillo grueso, 11 W. ¿De luz blanca o... la otra? ¿cúal era? Chsss. Esto me pasa por ser una mimada.


- Una diadema para el pelo. Amigas antiflequillos :-)


- Un cerebro de cordero (listo para diseccionar). Aunque pensándolo bien creo que podría alegrarme la ensalada con él, se le echa un poco de sal y ¡Ñam! Verdaderamente tiene una pinta exquisita.



Pero...tengo la horrible sensación de que se me olvida algo.


4.18.2009

IRISHEAD

Aquel que nunca se haya imaginado como componente de un grupo que tire la primera piedra (eso o que deje de leer) y como soñar es gratis, al menos de momento, aquí os presento la portada de mi futuro y primer disco:


¿Qué puedo decir? Me presento como la cantante del grupo y además toco el piano. Hacemos rock alternativo/experimental,

4.14.2009

¿Y si tuvieras que luchar por un cuerpo en el que vivir?

Esta misma tarde no he podido resistirlo más y me he hecho con el último best-seller de la colección de Stephenie Meyer, The Host (La Huésped).





Una de las críticas que más me ha motivado ha sido la de la escritora Katherine Neville, autora de El Ocho:

"Un thiller psicológico fascinante, apasionante y único. En The Host, Stephenie Meyer otorga un sorprendente significado a la frase tener doble personalidad"

En fin, supongo que pronto tendréis la crítica más objetiva que pueda ofrecer esta humilde blogguera (aunque es bastante grueso).



PSDT: Está bien, me pierden los best-selles, ¿qué pasa?

4.10.2009

All I Need

Prófugo, el tiempo vuelve a escapar entre mis dedos, entre los resquicios de mis propias manos. El reloj me delataba, obligándome a poner los pies en el frío suelo una vez más. Mientras me debatía entre legañas me dirigí al baño, abrí el grifo, llené el lavabo y hundí mi rostro, cuestión de hábito matinal. Y aún sin saber muy bien por qué, una vez sequé mi cara, me quedé sola ante el espejo, enfrentándome a mí misma, encarada hacia esos ojos profundos y oscuros. Tras examinarme detenidamente fue fácil experimentar una sensación extraña, esa cara blanquecina que devolvía su mirada resultaba ser el semblante de todo mí ser.