12.08.2009

A las puertas del cielo


A las puertas del cielo espero mi llegada, San Pedro, mientras mi familia lloraba mi falta. Mi entierro. Noté como la sangre se convertía en hielo, pero veo que me dirijo a la luz que creo que me conduce al cielo. En efecto, se acabó mi vida y llega una hora trágica mi nombre se esculpe sobre el mármol de una lápida.Muero joven y mi vida se resume en cuatro páginas. Y a pesar de tal rabia mi lagrimal no suelta lágrimas.

¿David tú crees ser apto para entrar aquí?

Claro que sí, aunque ese veredicto usted lo debe decidir

¿Pero qué has hecho en la vida tanto para bien como para mal?

Evitar la maldad, limitarme a ser un chico de lo más normal. Pese a que no me pueda considerar ningún santo porque he pecado y errado, pero tampoco es para tanto... He querido a quien me quiere y quiero a quien me odia. Sin discordias, para entrar en las puertas del cielo de misericordia ¿Pero dónde está escrito que ahora sea mi hora? ¡¿Dónde lo pone?! A parte de esa tumba donde mi madre llore... Con todos mis respetos, señor, no estoy de acuerdo, con que mis seres queridos solo me tengan en recuerdos,y por eso no entiendo la pregunta que está formulando. Estoy pensando que de mi buena voluntad esta dudando. Si usted desde aqui arriba lo puede ver todo... No entiendo porque tanto plantearse si debo entrar o no. Y claro que tuve errores, pero no para que me catalogues como a los peores. Yo creo que puedo morir con honores. A pesar de que ya no fluya sangre por estas venas. A pesar de que manden al infierno a esta pobre alma en pena. Por ser honrado y evitar altercados, por arrepentirme en breve al cometer cualquier pecado. Lo siento, no estoy de acuerdo con que ahora sea mi hora


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