Que la sangre no cese, que un corazón sin previo aviso estalle, y que las ambulancias, la policía, y hasta la gente que pasea por la calle, se quede expectante ante la puerta de tu casa. A ver si se sacan alguna foto decente(...morbo y más morbo a costa del dolor o la desesperación). Es para retorcerse del asco y la rabia. Y es que a veces pienso que somos demasiado frágiles. Demasiado inconscientes. Puede que incluso estemos todos un poco locos. Así es el mundo en el que vivimos, o al menos el mío, mientras nos angustiamos por cosas que no van a ninguna parte, absurdas, y con una frecuencia mayor de la que nos gustaría (me lo aplico).
No creo en la mala o buena suerte, pero de la primera a algunos de nosotros parece que nos sirvieron doble guarnición (por decir algo).
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