7.09.2011

¿Y ahora por dónde empiezo?

He vuelto de vacaciones. Y tras una maravillosa huidita de 8 días toca deshacer la maleta. Estaba pensando que es un proceso realmente triste, sobre todo si se tiene en cuenta, en primer lugar, la cantidad de cosas que han de volver a su lugar de origen y el tiempo que eso conlleva (...), y en segundo lugar, lo que significa en principio una despedida: adiós a los relajantes paseos diarios, a usar mi pamela de guiri sin sentir vergüenza, a la brisa marina rozándonos la piel, a los puertos repletos de barcos, a los ricos crujientes de langostino, a los helados de frambuesa y arándanos, a los cariñosos gatos del puerto, a los brillantes broches de salamanquesas, a Bob Esponja y a HelloKitty invadiendo los puestecillos y tiendas, a las casitas blancas, a esa gente tan simpática, a nuestros canturreos (Mi censured se muuueeere de amooor), a nuestras invenciones, a poder ver perritos Westy por todas las calles, a los peces globo, a las estrellas de mar de colores, a los norteamericanos de la navy y a dormir abrazada todas las noches. Síp, no me va a resultar muy difícil no echarlo de menos.

En fin, que no creo que a nadie le  motive demasiado eso de volver a la realidad pero es lo que corresponde. Toca enfrentar los días, vengan como vengan, toca trabajar, y por lo que a mí respecta, reubicarme en mi actual proyecto de autosuperación. Porque está claro que las recompensas pueden moverlo absolutamente todo, incluido el hecho de poder permitirse repetir la jugada ;-)

Creo que también voy a ir metiendo las fotos del viaje en el ordena.

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